jueves, 1 de octubre de 2015

Ser médico es fácil

Es difícil explicar la mezcla de cansancio, frustración, emoción y alegría que siento al ponerme a repasar al final del dia. Cansancio acumulado, frustración por lo inabarcable del temario... pero alegría por ser consciente de hacia dónde camino y emoción porque va estando más cerca. En esta paradoja, no puedo evitar preguntarme si cuando mire hacia atrás dentro de unos años habrá merecido la pena: ¡y encuentro este poema! :) Perfecta respuesta.

Me pides muchacho aclare tus dudas
que como fantasmas, te acosan y apuran.
Seguro que esperas respuestas maduras
que alumbren a giorno tus sombras oscuras.
Sé bien lo que quieres y ansío ayudarte,
porque esas dudas remozan mi sangre
ya que fueron mías al recién graduarme,
algo, poco o mucho, tengo que brindarte.
La ruta es muy larga, casi inalcanzable,
es siempre exigencia, permanente darse,
pensar en los otros, comprender, amarles,
sentir sus dolores, sufrir en su carne.
Ser timón y guía en cada percance:
responsable pleno de sus desenlaces.
Ser hermano, amigo, confesor o padre,
tumba de secretos que jamás violares.
Calmante de angustias, dolores o hambre,
curioso obsesivo que explora incesante
el cuerpo, la psiquis, el mundo o el aire,
sin renunciar nunca a beneficiarles.
Que el fin del balance no pueda acusarte,
que tu meta sea siempre un semejante:
sin nombre, sin cara, al que te entregaste
con toda tu ciencia, tu atención y tu arte.
Recibir por pago lo que no soñaste:
los ojos llorosos de una pobre madre
que rogando al cielo pretende expresarse,
y lágrimas sólo tienen para darte.
Ya ves mi muchacho, no te me acobardes,
vocación ya tienes, completa el bagaje,
junta valentía, honradez, coraje,
y verás entonces: ser médico...es fácil.
Dr. Antonio Armando Lara

No hay comentarios:

Publicar un comentario